Una catástrofe aérea sin precedentes en casi tres décadas sacudió este jueves a la India. El vuelo AI171 de Air India, que partía desde Ahmedabad rumbo a Londres, se estrelló menos de un minuto después del despegue, impactando contra una residencia estudiantil. El saldo: 241 muertos confirmados, entre ellos 229 pasajeros, 12 tripulantes y víctimas en tierra, aunque la cifra total podría acercarse a 300 fallecidos. 2b5d53

El único sobreviviente es Ramesh Viswashkumar, un ciudadano indio de 40 años que viajaba en el asiento 11A, junto a la salida de emergencia. El resto de los ocupantes del Boeing 787-8 Dreamliner perecieron en el impacto o por la explosión de los depósitos de combustible, que provocaron un incendio masivo en un albergue de estudiantes de medicina.
Testigos aseguran que el avión nunca logró ganar altura y descendió inexplicablemente hasta estrellarse contra el barrio de Meghani Nagar, generando una nube negra visible desde el aeropuerto. El piloto logró enviar una señal de socorro, pero no hubo tiempo de respuesta.
Entre los fallecidos se encontraba el ex jefe de gobierno del estado de Guyarat, Vijay Rupani. También perdieron la vida 53 británicos, 7 portugueses y un canadiense. Fuentes diplomáticas lusas confirmaron que las víctimas portuguesas eran descendientes de familias de Goa, Damán o Diu, antiguos territorios coloniales portugueses.
El accidente marca la primera tragedia mortal para este modelo de Boeing, que hasta ahora se consideraba uno de los más seguros del mundo. Las causas del siniestro aún se investigan, aunque fallos técnicos o humanos están en el centro de las hipótesis.

Air India, recientemente privatizada y con un historial de incidentes, vuelve así a enfrentar una dura crisis. El país entero está de luto mientras equipos de emergencia continúan con las tareas de rescate. Se ha pedido donación urgente de sangre y se mantienen suspendidos todos los vuelos en Ahmedabad.
Una tragedia que no solo ha conmocionado a India, sino al mundo entero.